
lunes, 26 de marzo de 2007
Hermanas

sábado, 24 de marzo de 2007
Carnivoros anonimos

jueves, 22 de marzo de 2007
De compras

miércoles, 21 de marzo de 2007
Organizando

martes, 20 de marzo de 2007
Un momento de relajacion
Dias tensos

ME levanto con un dolor de cabeza de esos ligeros, pero cabroncetes, que nunca termina por desaparecer y cualquier contratiempo me ahoga, la impresora que no funciona, la tarjeta sanitaria que me mandaran a la dirección antigua, la necesidad de llamar al oftalmólogo.....llevo la nariz siempre congestionada y no tengo muchas ganas de leer ni de ver en la televisión alguna de esas cientos de películas que tengo pendientes, no soporto la música de fondo, me cansa el hidromasaje.....
REconozco que todos en casa esperan mi atención: los niños necesitan saber si la ropa les coordina, ( todo un homenaje a mi persona teniendo en cuenta que son dos adolescentes en edad de pelea), mi marido me pide opinión sobre la compra de una nueva cámara para el casco de la moto, la niña me cuenta las ultimas reacciones de sus amigas con vena cínica y bastante escéptica y Daniel me quiere hacer comulgar con ruedas de molino sobre su intachable actitud hacia los deberes del colegio, que han tenido como loable resultado siete suspensos ( como puede alguien suspender siete asignatura, es un misterio para investigar).
Y yo solo quiero que me dejen en paz: que Inés ordene por fin su habitación y por una vez tire algún envoltorio de caramelo o alguna de las etiquetas de la ropa que se compra, que Daniel este en la silla sentado estudiando mas de de diez minutos seguidos y que Angel deje de ponerme una película o serie de ciencia ficción o algo en ingles subtitulado.
Entonces, cuando parece que lo he conseguido, suena el teléfono: una llamada a la que nadie contesta cuando descuelgas el aparatejo o lo que es peor mi suegra que quiere contarme la última batallita o enfermedad de sus amigas, la noticia desgraciada de alguien del pueblo ( si yo no conozco a nadie de su pueblo y no importa) y se desespera por contarme quien es y la historia de la vida del finado.
Hoy me toca entrevista con los profesores tutores de los chicos, tendré que ir al colegio de la niña por el que no he aparecido desde septiembe, total para lo que me van a decir : es la alumna ideal, bla, bla, bla..... y al del chico, a este no sabré que cara ponerle, porque cuando me miro al espejo aun no se que cara ponerme a mi misma.
No se porque pero siento sus fracaso como si fueran los míos, y no los analizo con la suficiente paciencia. Creo que esta tarde me voy a dar una sesión de culebrones mejicanos en el canal de las telenovelas de la tele a ver si viendo las historias de sufridores profesionales, se me pasa un poco la apatía y la mala leche.
domingo, 18 de marzo de 2007
El de la moto

El de la moto es mi marido. A otros les da por morder esquinas, a él, por salir con la moto como si de un adolescente cualquiera se tratase, solo que este adolescente tiene 46 años y pesa cien kilos. Es lo que le relaja el fin se semana irse por los caminos cual cabra mecánica a saltar ribazos y cruzar zanjas. Luego vuelve relajadito y modoso, manejable y dispuesto a hacer lo que le pida ( cualquier día le pediré que se tire en paracaídas desde el piso once en el que vivimos).
Tiene dos motos una bmw de 1200 que usa para ir a trabajar, así gana tiempo dice, y otra de 250 para asaltar los caminos el fin de semana.
Con la grande comparto de vez en cuando salidas y compañía. Antes hasta íbamos comunicados, hasta que los de bmw nos hicieron la pascua con unos intercomunicadores carísimos que no valían un pimiento, (nos han devuelto el dinero no os asustéis). Pero lo que le gusta de verdad es tirarse al monte, en compañía o solo le da igual, con la pequeña, que con la grande algún día ya hemos tenido que ir a rescatarlo.
Creo que ayer llego al limite, se levanto a las cinco y media de la madrugada y llego pasadas las diez de la noche . Todo el día en la motillo, bajándose apenas para comer. Llegó todo compungido y predispuesto a hacerse perdonar como fuese, confiando en mi buena voluntad. Yo, con rara de perro claro, le esperaba tirada en el sofá enganchada al portátil compartiendo mala leche con quien me quisiese leer.
Esta mañana me ha ofrecido salir donde me apeteciera. Pero lo malo es que a mi no me apetecía, además me duele la cabeza. Pero como me tiene que compensar, ahí lo tengo ordenándome la cocina, ya que es un as del aprovechamiento del espacio, acompañado de mi hijo, que tiene que purgar también sus siete suspensos.
Comienzos

Desde que he empezado con esto de los blogs, me ha entrado el gusanillo y tal vez sea mejor separar lo que no tiene nada que ver: por un lado lo serio, la creación y por otro las opiniones sugeridas por la mirada a lo que me rodea. Así que me lanzo al mundo de la crónica de lo cotidiano. A ver a hora quien las lee.