viernes, 14 de marzo de 2008

Funerales

Ya paso, la abuela murió el día de nuestro aniversario. Apenas un mes desde que nos dieron la noticia terrible. Los dos últimos días fueron terribles, sobre todo el último. Apenas si nos dio tiempo a sedarla.
He visto a mi marido pasarse el funeral llorando y aun me he sentido mas cerca. Tanto el como la niña, me han sorprendió: no han dicho nada, no han comentado nada hasta el final, nadie de quienes les rodean sabían nada la situación: Ángel fue al día siguiente a una reunión de trabajo y la niña tenía dos examenes y ha pedido que le adelantaban otro más que coincidía a la hora del funeral. Hoy Inés ha ido a clase porque no quería faltar a la clase matemáticas y física para perder explicaciones de temas nuevos. Me ha llamado una de las madres amigas, se ha derrumbado al llegar,solo unos minutos.
Me siento orgullosa de los dos.
Por lo demás detesto los funerales, son en general un acto social con situaciones hipócritas en los que no eres tu, pero hoy han servido de reencuentro con viejos amigos y el descubrir hasta donde llega la amistad que a veces permanecen sumergida y renace en momentos difícil.
Y la abuela nos ha dado una lección de entereza y dignidad.

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